A LO LEONARD COHEN

A LO LEONARD COHEN

Debo cocinar pronto y algo ligero, para no interrumpir mucho este abrazo

al rumor del bardo.

Pero a la vez eres mi musa siempre deambulando entre la danza y las correrías, y  a pesar de ir tanto al inodoro y aislar al ángel/duende que me recorre, y de  mi devoción al real situado del  empeño laboral,  no dejo de sentir en el anular la  argolla de la ilusión que  quedo bajo  mi naranjo predilecto de allá en la comarca originaria, 

pues sigo necesitando de ti cómo musa, imaginando  tu tránsito a tu templo.

Debo cocinar, antes de sentirme mal..Leonard sigue su vida entre el libro, el ordenador, el celular y el televisor.

Y yo vuelvo entonces a entibiarme en ti, musa horcajada de luz depositada en los trinos de los pájaros y de la tela.

Pastel de Jaiba

Te digo amore, "mira el vaso medio lleno", pues sino es triste pensar en el jaivicidio previo a este portento que se nos ofrece, aquí en la atalaya de este portezuelo abreviado por las fuerzas  de Kai-Kai.

Nos miramos en medio del deleite culinario, el cual nos desnuda de la forma mas apropiada para alentar una vez más el rito de la osadía de depositarnos entrelazados amainando las tempestades del desaliento y la claudicación.  

chauchas de amor

Sabes (esa palabra  que ocupas para darle un énfasis, una magnificencia a lo que vas a decir a 

continuación, cuando podemos disfrutar de una conversa serena) espero con ansiedad 

que lleguen a mis manos esas moneditas que tus juntas y con las que tus ojos cotidianamente 

se encuentran apiladas ellas en las botellas de vidrio trasparentes.

Los abuelos las llamaban chauchas (hace decenas de años hubo una gran revuelta en Santiago

 por un alza de unas cuantas chauchas en la locomoción, ya vez como siempre los santiaguinos exagerando) sean las pequeñas señales de que me continuas habitando, 

acompañando en mi ir venir  por las ocho manzanas o las veredas ñuñoinas 

hoy amenazantes por los ciclistas furiosos que las transitan.

Sabes, entonces continuamos abiertos ampararnos, a aplicarnos a la tarea 

del ejercicio predilecto, sumergidos en esto de levantar la cabeza y aspirar y aspirar un perfume  que renueva el mirar, la paciencia  y la habitación de la dulzura. 

Semana Santa en Peumo

Semana Santa en Peumo

Voy y vuelvo a lo que se escribe sobre García Marquéz,

Y recuerdo mi primera estadía en Macondo escuchando una y otra vez

el longplay "Buda en una caja de chocolates" de Cat Stevens.

El último ejemplar de la novela con mis subrayados desde mi lectura incurriendo en la

sociología pueblerina esta en tu velador ¿y te las habrás topado? ¿ la tendrías en tus manos? 

¿pensarás aunque sea un poquito en como

me habita la partida de ese pueblerino, globalizado y universal?

¿ Te inquieta saber que lo que siento?

No tengo respuesta mas que urgar en el daguerretipo plasmado de ti, y que es uno de mis hábitos

II

A rato vuelvo a la peuminidad y desplazar mis dedos por el tul diáfano

de esta casa, un utero acompasado entre cerros,colores y la visita de la luna.

(En estos días habitada también por un rata que suele desvelarme con sus reiterados paseos).

Y entremedio de mis desánimos..de mis desmesurados tiempos de facebook y clic ¿estas tu 

o la inmaculada irrupción de la que se ha quedado conmigo ?

El tiempo pasa y pasa, la página en blanco de la manutención me apunta

La venerable "Ñeca" me habla de la abuela que no conocí como si la estuviera viendo 

preparar un pescado en leche en el horno de una cocina a leña y despues me pregunta 

porque será que el pan produce acidez.

III.

Al menos escribiendo estas líneas me siento menos habitado de sombras y los "siga 

participando" con más voluntad de salir jugando, para seguir buscando por enésima vez el 

equilibrio y la virtud de mis acciones o como le solía decir a mi hijo cuando me preguntaba 

"que vas hacer" y yo le contestaba "Salir a conquistar el mundo, Pinki".

Espero tu llamada,

Espero tu llamada,

entre el aferrarse al calor del último de nuestros abrazos

y el desaliño al que  me somete las latentes

obsesiones.

Espero tu llamada,

pero recuerdo “que el amor que tu me das”

es rama no tronco,

es madurez  destilada después

o quizás al borde de una herida lacerante

que mi estar en ti no logra alejar.

Espero tu llamada,

cambiando una y otra vez

de emisoras de radios en busca

de melodías que me

entreguen aliento para consumirme

un  domingo más del lento tempore del inverno.

Quizás necesité escuchar tu voz hoy

Quizás necesité escuchar tu voz hoy,

al  no reconocer del todo mis manos,

pues ayer  al mirarlas en un espejo se veían

envejecidas..quizás poniendosé  a tono

con el otoño que hoy ha comenzado, o

simplemente porque ya estoy en esa

estación hace un buen tiempo.

Pero también necesité escuchar tu voz,

pues el día que se ausenta, es un parentesis

del brindis y de goce de estar compartiendo

esta finitud, allá el rancho tibio de la caricia

y la mirada.

 

  20 de marzo 2012

Tengamos una pared

Tengamos una pared te dije, aunque parezca poco
la levantaremos a punta de caricias, de miradas, encuentros


y de alegría de tocarnos, de abrazarnos, de tenernos.


La pintaremos de vez en cuando a punta de tibieza,


de tarareo de  las canciones preferidas,  de pétalos de flores


que han recorrido nuestra piel,  de jardines  embriagantes y


de relajadas sobremesas.


Tengamos una pared te dije, no es mucho es cierto,


pero se palpa, se huele, se ve.

El amor es de a dos

El amor es de a dos,
Vaporoso lar.
Rueda entre elementos sostenidos
Y tu y yo en la dimensión del relato
De la brisa.
Roce de armonía,
Voces derramadas,
Puente que cruza el abismo de la incertidumbre.

I.
Ahora es The Police lo que escucho mi amor, sobretodo el sonido del bajo que me gustaría aprender a tocar allá en la casa transparente que tus pies acaban de tocar.
En ese mi Peumo en donde me dejo abrazar por sus perfumes, canticos, sabores, arrimado al cerro protector, sintendo las visitas de las estaciones del año como las pulsaciones emitidas desde el origen.
II.
Allá fuimos conducidos de mutuo acuerdo, a la luminosidad del valle entrañalable, te preste mis ojos y a ti volvieron paisajes imaginados, colores que te arroparon tu búsqueda de materiales en esa esencia recolectora que tu tienes.
Y estabas ahí ingresando al centro de mis sentidos, al maná desde el cuál he escurrido a veces, como ahora certero, anclado y mensajero del cosmos, otras miedoso, rasguñado por lo inconcluso o simplemente inmovilizado por el desasosiego.
Pedaleamos juntos en la avanzada de la comprensión, en la anchura de los rincones, fuimos mansos y felices a la hora del horizonte y agradecidos al momento de presentarte en el templo que hace tanto tiempo me tuvo como uno de sus pequeños parroquianos.
III.
Estuvimos en Peumo en un otoño soleado…. Nos embriagamos de disfrute, amanecimos luminosos y por mucho horas estuvimos fundidos, nada absolutamente nos separaba,
Peumo lindo, mi amor, “Peumo Lindo del Cachapoal a la Cruz”, contigo fue pasión.

Haikus de la felicidad

I. El susurro de tu mirada
Acompasado por el latido de
Mi corazón.
II.
Las supremas tenazas del
Instante aquel que trae
El Aroma de la caricia.
III. El sueño documentado de eternidad
Del mar llegando por primera vez a mis
Sentidos.

III.
Algarabía de la brisa
Agalponada en mis pasos de destino
Entre el aquí y el allá.

IV.
Ofrenda incandescente que vertida
En mi frente despliega el color de lo
Sagrado.

V.
Colosal intensidad irradiada
Del Fresco que se delinea y pinta
Tras nuestra llegada al cenit

VI.
La pasión que descansa
En el sueño tibio que nos posee.

VII.
Lectura con la que platico bajo la sombra de los árboles
Junto a la despedida del sol de verano.
 
VII.
El juego, personaje
Indómito y remansero
De mi existencia.

IX.
Melodías que condensan
Los misterios no develados
La danza que me atrapa a este
Punto de los confines.

X.
Paisajes que me
Dan la abundancia y el
Agradecimiento de testificar..

XI.
Desde la altura
Brindo una y otra vez
Por pertenecer a la corresponsalía
De la exactitud.

 

Haikus

I.
Te entregas desde la transparencia
Y te pertenezco desde la sombra hasta
el resplandor que nos cobija y nos anima
al reencuentro.

II.
Tocarte es pincelar
El infinito placer que nos convoca
Me tocas y soy el río cantarino que
Te humedece y te lanza.

III.
Llegaste solicita de sol y te respondí con el ardor
Que me fluyo de improviso
Resultado de la magia a la que conducía tu mirada.

IV.
En el primer beso advertí el frágil
Fruto que se me entregaba y
Que alimentó la certidumbre de mi
Amor.

V.
Acompañado de los verdores de los árboles nativos
Me he inspirado en sacar lo mejor que tengo
Ofrendas depositadas en tu regazo
Matriz de goce y deleite.

VI.
Olas de flores que desparramas
Por mi cuerpo
Sutiles fogatas que me anclan
A ti.

VII.
La insoslayable entrega
Abre el apetito de los sabores
Torridos y aluvionales de los que
No nos quisiéramos nunca separar.

VIII.
Fusionados
las palabras no tienen habitación
somos el acantilado versado por
la fuerza del oleaje.

IX.
Enganchados
La posesión del traslado
El instante que absorbe el futuro
Y el pasado.

X.
Delicada imagen que
Rozas mi aliento
Agregaduría de la comarca
Del extasiamiento.

XI.
Nada me llega más
Que ver desde tus ojos
O recibir abrigo de tu polen
Es la embriaguez resultado del merecido agradecimiento a los
Dioses.

La banda sonora del "tiempo en TVN"

                               

Esta vez era el concierto N 21 para piano y orquesta de Mozart el que nos acompañaba.

De norte a norte íbamos hilando visiones de otros viajes, de ecos cobrizos, de cielos cristalinos de astros.

Del sol que se despide gigante del valle del Elqui, de la morena Gabriela agigantada de luz, y de regreso a la arcadia infantil, vuelven entonces palabras como: despensa, trastienda, romanas, perdices y mermeladas.

Y los sueños se sumaban y llenaban de rotaciones posibles para asegurar buenas empastadas de viajes, en busca de insumos, alimentos o de venta, en fin de una vida de farmer y sociología rural.

Y Mozart siguió una vez que cortamos, como ahora que te escribo y comienza el andante “del tiempo” música de la serenidad, partitura de la soberana intensidad , la melodía en el piano simulando ser gotas que se desplazan entre las hojas de los árboles del bosque, la mansedumbre que se resquebraja, porque toda perfección deja paso a su desaliño y yo te sigo con mi cámara imaginaria en tus afanes y eres plena para mi, pues tus pensamientos me acompañan, mientras Mozart continua con su suprema perfección recreándonos, el paraíso que a veces hemos palpitado.

Atalaya

Me reflejo en tus huellas esparcidas por  los atardeceres de mi Atalaya-habitación,

Enrumbo hacia la escena (*) mil veces recordada de film “el gran Gastby” que representa la infinitud del amor convertido en un ser que nos somete.

Me abrigo en las cobijas que una a una me llega desde tu pelo, de tus susurros, de tus brisas que despejan la opacidad nubosa.

Intercambiamos señales sobre la oscuridad, el goce, la desventura, el éxtasis, en fin el viaje a retazado de la existencia.

Te escucho desde la lluvia que tantas veces calmo  tu alma  a la vera o desde la luz del sol que te renovó la mirada.

Huelo en ti, frutas silvestres, tierra húmeda, aromas antiquísimos que me impregnan del remanso del cazador  que mis genes delatan.

Admiro tu encanto, tocándome, contándome leyendas de tus comarcas, abrasándome desde el  escondite reservado que dispones para mí.

Brindamos por nosotros y soy feliz, soy un hombre feliz de serlo contigo.

12 de Marzo del 2006.

(*) Gastby mira una y otra vez en la soledad de la noche hacia la leve luz de la luminaria de la casa su amada en la otra orilla.

"Fuí el hombre de tus sueños"

“fui el hombre de tus sueños” cuando tu eras una esbelta figura púrpura que de vez en cuando me hablaba desde la simbología del ritual o la función.

Te bajaste justo en el andén en  que yo te esperaba acompañado de  la señorita Penélope que se despidió tan cariñosa de nosotros, cuando vio nuestro primer abrazo nervioso y ese beso de reconocimiento que más que de labios fue de miradas entrelazadas.

Y estás aquí en este espacio azaroso que nos reúne, de piel alimonada, de sudores, risas afrecho sustancioso para el crecimiento de polluelos.

Dormité en ti Cuando eras pradera soleada estival y tú me acogiste como la posadera hacendosa que se esmera por su labor.

Desde entonces el bosque, la madrugada, la manada y su aullido nos poseen y nos delatan ante los ajenos, y cuando no es la ausencia obligada “por compromisos contraídos con anterioridad”,

es la sirena de lo cotidiano quien nos recuerda las responsabilidades ineludibles que hemos aceptado como extremidades de nuestra identificación ante nuestros semejantes.

Pero si en este instante u otro estamos juntos piel con piel o pensamiento con pensamiento “el amor es más fuerte” y nos aleja de los miedos, desventuras y demases.

Poemas de amor sin canción desesperada por ahora

1.
Me detuve del todo
deseé tanto que llegues.   
2.
Nuestras vidas
Comenzaron a cambiar
A partir de tener pequeños planes juntos.
3.
Me aprovecho de no saber enviar mensajes,
Para ser el ex – sociólogo rural que
Interrumpe tus actuales estudios en la
Disciplina.4.
Beso el día 11 de enero del calendario
Y se que te llega tus labios.
5.
Hola, me visto en tonos rojos
Porque me dijiste que me venía mucho.
6.
Te amo, como si fueras el principio.
7.
Todo será como tú quieras,
No tengas miedo,
Tu amor hacia  mí
Es mi riqueza.
8.
Estás conmigo hace unos
Días y te dicho más veces te amo
Que a todas las otras.
9.
Hay mi amor, sin ti mi
Cama del Hotel Rugendas es más
Ancha.
10.
Me encantas Porque me inspiras.

11.
Tu voz despide el día
Mi sueño es placido.
12.
Somos compañía
Nave del placer
Para el viaje por el Mar
de la gravedad del ser.